Vogue como símbolo de unión

Violeta Armengod Asensio
El periodismo es un área donde existen muchos tipos y modos de transmitir información. Uno de ellos son las revistas, género destinado para el público de masas, cuyo carácter es de lo más variado, puesto que cada una aborda diferentes contenidos según lo que se quiera transmitir (política, ciencia, belleza…). Sin embargo, no debemos olvidar que campos como la moda funcionan como medios de comunicación por sí mismos. Es precisamente por ello, que revistas como Vogue han cobrado especial relevancia en nuestros tiempos.
Este género periodístico consigue combinar la información con la fotografía, aspectos que son clave en el mundo de la moda. Además de mostrar e informar, no deja de ser una forma de entretenimiento o incluso educación para los lectores. La ropa es un reflejo de lo que cada uno es, nos posibilita mostrar nuestras emociones y pensamientos, permitiendo transmitir información sin palabras. Su evolución está ligada al contexto histórico y social en el que nos desarrollamos, por lo que las prendas han ido cambiando a lo largo de los siglos según la mentalidad y nivel adquisitivo de la población. Por eso, su difusión en las revistas se ha convertido en un aspecto fundamental para su crecimiento como forma de comunicación.
En nuestros días, esta transmisión de las distintas tendencias ha cobrado aún más importancia, ya que vivimos en una sociedad que está completamente mediatizada y movida por lo visual. De este modo, las revistas, tanto a rango físico como digital, permiten una visualización extendida de lo que se quiere transmitir. También forman un aspecto imprescindible para el mundo de la publicidad, pues todas las marcas apuestan por lanzar sus anuncios en las diferentes revistas debido a la difusión que estas le proporcionan.
Con ello, la influencia de los personajes públicos es otro de los grandes motores del impacto generado por las diferentes marcas dentro del mercado, gracias a su aparición en las portadas, la publicidad de los productos que lanzan las marcas o luciendo la exclusiva alta costura. Crean una imagen alejada de la vida cotidiana que el espectador sueña con alcanzar, proporcionando así un gran valor a aquello que están mostrando. Así mismo, su aparición en este tipo de eventos tan exclusivos y de renombre, les retroalimenta, pues facilita que su imagen crezca todavía más.
Vogue es la revista de moda más influyente a nivel mundial actualmente. Fue fundada en 1892 por Adam Baldwin Turnure y ha ido creciendo exponencialmente hasta el día de hoy. En un principio se creó como una revista enfocada en mostrar la moda y costumbres de la clase alta neoyorquina, a quien iba dirigido el contenido. Evolucionó posteriormente – debido a su compra por Condé Nast en 1909 – a una revista femenina que publicaba también en el extranjero. Las siguientes décadas estuvieron marcadas por los cambios en la dirección, gestionada por diferentes mujeres, que aportaron distintos enfoques, tanto artísticos como literarios, aumentando el valor de la revista. Desde 1988 hasta la actualidad, el relevo pasó a la conocida Anna Wintour, quien consiguió revitalizar y mantener la importancia de esta revista tras la aparición de la competencia.
Esta importante revista ha conseguido romper fronteras y ampliar los límites del papel, ya que desde el 2022 se ha celebrado el llamado Vogue World, un evento anual donde la pasarela tradicional ha conseguido convertirse en un espectáculo, creándose así un nuevo formato único en el que las grandes casas de moda pueden lucir y mostrar al mundo sus nuevas colecciones más allá de las tradicionales fashion weeks. Se dio a conocer en la ciudad de Nueva York – ligado a la semana de la moda que celebraba la ciudad – y en los años siguientes fueron Londres y París las privilegiadas de organizar este evento.
Dejando a un lado las capitales de la moda, este año la esperada cuarta edición (Vogue World 2025) decidió apostar por la industria del cine y trasladarse a Los Ángeles. El pasado 26 de octubre, en el histórico lot de la Paramount, Vogue World: Hollywood celebró el diálogo permanente entre dos fábricas de sueños: la moda y el cine (Laia García-Furtado, 2025). Cine, moda y música dieron lugar a una gran pasarela que estuvo dividida en siete capítulos, donde siete casas de moda apostaron por representar siete géneros cinematográficos diferentes.
Para dar comienzo a este exclusivo desfile-espectáculo, apareció la reconocida actriz Nicole Kidman, vestida de Chanel. Nos proporcionó un inesperado número musical en el que la actriz encarnaba el papel de Gilda, cantando Put the Blame on Mame. Fue una brillante forma de mezclar, como hemos mencionado, música, moda y cine a través de una conocida actriz llegando así a todo tipo de generaciones.
Este homenaje al cine se mostró, siguiendo un eje cronológico, a través de una representación de los diferentes momentos que Hollywood nos ha regalado a lo largo de la historia. Los diferentes looks personalizados y trajes de archivo diseñados por las casas de la alta costura, mostraron a la perfección el mundo cinematográfico.
Empezaron con la "Edad de Oro de Hollywood", trajes de los años 20 con toques modernos. El segundo capítulo iba dirigido a una etapa donde se quería mostrar la rebeldía, destacando la estética de las películas de Tim Burton. Combinando otra disciplina más, el tercer capítulo estuvo guiado por la historia, e inspirado en los vestuarios de las películas de época. En los siguientes capítulos predominó el arte de las vanguardias, que a día de hoy nos sigue sorprendiendo con su extravagancia y espíritu rompedor; enlazado al contacto con culturas más exóticas y finalmente una moda enfocada a lo lejano y futurista, para cerrar así con el séptimo capítulo.
La representación de la industria musical ha sido un aspecto clave de esta edición, contando con una alta presencia de importantes mujeres: grandes nombres internacionales como Demi Lovato o Miley Cyrus, y representando a Latinoamérica mujeres como Karol G, que deslumbró con un vestido de archivo de Balenciaga 2008. En cuanto a las actuaciones resaltamos a la cantante Doja Cat – con un vestido inspirado en el de Tina Turner en la película de ciencia ficción de 1985 Mad Max Beyond Thunderdome –, quien cantó una versión de su tema Gorgeous. Vestida de Chanel, la compositora y cantante Gracie Abrams fue la encargada de cerrar el show, representando junto a sus compañeras a la industria musical, versionando a Carole King. Además, es la portada del recién estrenado número de noviembre de Vogue Spain.
Cabe destacar que todo el dinero recaudado con las entradas a este evento, está destinado al Entertainment Community Fund, organización benéfica que apoya a los actores y trabajadores detrás de escena en las artes escénicas y el entretenimiento, como muestra de apoyo tras los terribles incendios forestales que ha sufrido Los Ángeles. No es la primera vez que esta revista decide apoyar a una organización, de hecho, cuenta con más de tres millones de dólares donados.
Vogue nació como revista, y con este evento ha conseguido una combinación de industrias y medios de comunicación, logrando un impacto brutal en todos los sectores artísticos. Esta fusión es lo que permite a las diferentes áreas crecer conjuntamente, proporcionando visibilidad y nutriéndose unas de otras, consiguiendo revolucionar lo clásico para abrir nuevas formas y caminos dentro de este mundo.
