Una guía del fin de semana de inauguración de la 70.ª Seminci
Crítica de una selección de las películas más destacadas de los primeros días del festival vallisoletano

Natalia Rodríguez y Marina García
La edición 70 de la Semana Internacional del Cine de Valladolid arrancó el pasado viernes 24 de octubre con una gala inaugural donde se proyectó la joya de la corona del festival: Tre ciotole (titulada en español Tres adioses) de Isabel Coixet. En un primer fin de semana cargado de estrenos, alfombras azules y ruedas de prensa, hemos hecho una selección de las proyecciones más destacadas.
● Frontera de Judith Colell
★★★☆☆
Abrimos el viernes con el pase de prensa de Frontera que hacía su estreno mundial en el festival, participando en la sección oficial pero fuera de concurso. Judith Colell hace un homenaje a los aldeanos del Pirineo catalán que ayudaron a cruzar a los refugiados de la Segunda Guerra Mundial por la frontera entre España y Francia. En 1943 Franco había ilegalizado la entrada de inmigrantes al país por su alianza con el Reich de Hitler. Cuando un grupo de judíos llega a la frontera pidiendo auxilio, el jefe de la aduana (Miki Esparbé) se encuentra con el dilema de si acatar la ley o apelar a su lado humano en una España de posguerra que todavía desconocía los horrores de la guerra en Europa.
La tensión es un aspecto reseñable de la película que mantiene al espectador expectante todo el tiempo. Se trata de un clásico drama de época español que surge su efecto de lo que quiere transmitir pero tampoco innova ni destaca en comparación con el resto de películas del festival. El reparto de actores es convincente y reseñable con grandes intérpretes del cine español aparte de Miki Esparbé como Bruna Cusí, Asier Etxeandia, María Rodríguez Soto y Jordi Sánchez.
Fecha de estreno en España: 12 de diciembre
● The Mastermind de Kelly Reichardt
★★☆☆
The Mastermind nos cuenta la historia de JB Mooney (Josh O' Connor) un carpintero en paro que decide crear el "robo perfecto" al estilo Louvre con dos amigos. Sin embargo, no todos podemos ser Álvaro Morte en La Casa de Papel y su plan resulta ser terriblemente torpe, a pesar de hacerse con la suya mediante engaños a toda su familia. La fotografía y la colorimetría (que recuerda a la de Wes Anderson) es especialmente hipnotizante, justo lo que le falta a la historia, que presenta unas secuencias excesivamente largas sin mucho que contar, como los 7 minutos de Josh O'Connor escondiendo los cuadros que te hacen mirar la hora varias veces. Algunos puntos a favor son la actuación de Josh O'Connor y la banda sonora plagada de jazz que se funde muy bien con el entorno otoñal de Massachusetts y el arte.
El ansia de la película por relatar una historia relevante se queda escasa y promete ser mucho más de lo que en realidad demuestra ser. Cuesta empatizar con el protagonista y sus motivos para obrar como lo hace. Su situación socioeconómica o familiar no nos parece indicar ningún problema aparente, ¿por qué entonces decide echarlo todo a perder en vez de luchar? La película te deja a la espera de una gran revelación o punto de inflexión que rellene los huecos que se dejan en la historia de JB y te llevan a pensar que simplemente este está teniendo una crisis de los 40 a lo extremo. Quizás si se hubiera aprovechado ese tiempo perdido en las secuencias repetitivas o vacías para ahondar más en el personaje se hubiese salvado. O incluso si se hubiera llevado más hacia la comedia como parecía indicarnos la escena del robo, que es la única que aporta ritmo a la historia.
Como aviso recomendamos no ver esta película a partir de las once de la noche por la seguridad de vuestros cuellos, si no pregúntenle al señor que teníamos delante, que le costó terminar la película. Aunque la experiencia de verla en el anfiteatro del Teatro Calderón ayudó.
Fecha de estreno en España: 31 de octubre
● La mort n'existe pas de Félix Dufour-Laperrière
★★★☆
El sábado a las 10 a.m arrancamos el día en la Sala Fundos con la película La mort n'existe pas (La muerte no existe). Con ella la Seminci demuestra un año más que la animación no se resume en películas infantiles, sino que tiene el poder de contar historias complejas y profundas.
Félix Dufour-Laperrière nos cuenta la peripecia de un grupo de amigos que deciden realizar un ataque armado a la mansión de unos adinerados. La idea que defienden los amigos de Hélène parece ser que el fin justifica los medios, presentando el clásico dilema que todavía existe a día de hoy: ¿puede llegar a ser lícita la violencia en un contexto determinado?
Sin embargo, en cuanto inician el asalto, Hélène se queda paralizada y no es capaz de actuar acorde al plan. Huye hacia el bosque donde el fantasma de su amiga Manon vuelve para atormentarla. Además, le ofrecerá una segunda oportunidad y la preparará para salvarlos y expiar su culpa. En la película se recurre a un tema típicamente francés: el existencialismo. En el bosque Hélène y Manon reflexionan incesantemente sobre su papel en un mundo que no para de evolucionar, cambiar y caminar a paso acelerado a su destrucción.
La propuesta artística es muy especial con una animación que parece simular a la pintura de unas acuarelas sobre un dibujo. Los personajes se funden en su entorno, siendo camuflados e influidos por él. Lo que podía tratarse de una analogía hacia la presión social que sufre Hélène en su grupo de amigos por formar parte de ellos y de la masa, y así no sentirse aislada. Además, el director aprovecha el género para ser más explícito y sanguinario de lo que podría ser en una película normal: por ejemplo, vemos escenas en las que se mata y se despelleja a animales.
Fecha de estreno en España: no existe fecha en cines comerciales.
● Barrio triste de Stillz
★★★☆☆
Con esta película el fotógrafo y director de videoclips colombiano Stillz se estrena como director. Conocido por sus famosas polaroids y colaboraciones con artistas como Bad Bunny, Rauw Alejandro y Rosalía. En ella nos sitúa en el Medellín de los años 80, concretamente en el barrio Corazón de Jesús conocido popularmente como Barrio Triste por su situación conflictiva.
Mediante el punto de vista de la cámara robada a un periodista conocemos las vidas de un grupo de jóvenes del lugar en un tono ciertamente experimental. Todo resulta en un retrato escalofriante de una sociedad marcada por la religión y la criminalidad nacida de la necesidad de supervivencia. A través de unos breves interludios de entrevistas personales, conocemos un poco más a fondo a estos jóvenes, sus emociones y pensamientos, así como su sensación de estar condenados en vida, testimonios que ponen los pelos de punta y que elevan la película.
Sin embargo, a pesar de tener el valor de contar una historia así de arriesgada, se hace pesada a ratos por secuencias demasiado largas o vacías (un aspecto de lo que parece pecar muchas veces el cine últimamente) en las que parece optar por el poder de la imagen más que el de la narración. Por ello, para nosotras, una de las mejores secuencias (o la mejor incluso) aparece en la primera parte de la película, donde los protagonistas van en coche y puedes escuchar un fragmento de un programa de la radio local. En este se produce una entrevista a un asesino en serie totalmente escalofriante que te introduce en la situación de extrema violencia e incluso la normalización de ella. Es una secuencia que encuentra el equilibrio entre la narración y el lenguaje visual.
El sonido y la banda sonora de la artista venezolana Arca la hacen digna de experimentar en el cine y le dan más fuerza cuando le falta a la propia narración. Con ritmos frenéticos que te inquietan para estar emocionalmente acorde con los protagonistas.
Por último, destacar la falta de personajes femeninos. Se nos muestra una historia dominada por hombres en la que parece que ellas no tienen cabida. Creemos que haber mostrado cómo influye esta situación desde este otro punto de vista hubiese sido el doble de reivindicativo. Pero como suele pasar, la película no pasaría el Test de Bechdel.
Avisamos, no es apta para espectadores sensibles o muy asustadizos, ya no solo por la complicada situación de los protagonistas, sino también por los elementos que añade el director que convierten a la película en un relato de terror.
Fecha de estreno en España: No tiene fecha oficial de estreno comercial
● Tres adioses de Isabel Coixet
★★★☆
La aclamada directora catalana nos presenta una nueva película grabada íntegramente en italiano basada en la novela Tre ciotole (Tres cuencos) de Michela Murgia. Nos sitúa en Roma y presenta la historia de Marta (Alba Rohrwacher), una profesora de Educación Física que deja su longeva relación con su pareja Antonio (Elio Germano) que es chef. Después de una discusión que aparenta ser más simple de lo que en realidad es. Después Marta recibirá una noticia que le cambiará la forma de ver la vida y encontrará razones para disfrutar más de ella.
En un formato de 3:4 la directora consigue transmitir nostalgia al espectador y convertir a Roma en un personaje más. La historia y los personajes tienen un carisma especial, con una forma inocente de ver la vida una vez Marta se da cuenta de todo lo que vale, como explica, una vez que actúa sin avergonzarse de nada. Se preocupa de sus alumnas adolescentes, al ver que en casa no las acaban de comprender; se queda con el cartel a tamaño real de un cantante de K-Pop que sacó de la basura y habla con él; y permite entrar a una persona nueva en su vida, un compañero de trabajo que le recomienda libros y se le alegra con tan solo verla, interpretado por el español Francesco Carril, con su perfecto italiano materno. Aunque este en el momento decisivo permite que un partido de fútbol se interponga a una primera cena juntos, es una pareja que enternece el corazón en plena tormenta.
Tiene sus toques de comedia y de drama que resultan realmente conmovedores. Aunque pueda resultar cliché el mensaje esperanzador de la vita è bella y disfrutar de ella porque nunca sabes lo que va a pasar, lo muestra mediante acciones y discursos que van mucho más allá del tópico. Una buena dosis de positivismo nunca viene mal.
Fecha de estreno en España: 6 de febrero de 2026
● Nouvelle Vague de Richard Linklater
★★★★★
Al ritmo de Nouvelle Vague de Richard Anthony, el director Richard Linklater nos transporta a la Francia del 59 en pleno auge de la Nueva Ola de cineastas franceses. En concreto, nos teletransportamos al rodaje de À bout de souffle (Al final de la escapada, título español, que recomendamos ver para entenderla mejor), la ópera prima de Jean-Luc Godard. En base a golpes de comedia y de revolución descubrimos cómo creó una de las obras fundamentales de la historia del cine que rompió con todas las ideas imperantes hasta entonces, especialmente en contraposición con la industria de Hollywood.
Con los arrolladores y carismáticos Jean-Paul Belmondo (Aubry Dullin) y Jean Seberg (Zoey Deutch) como protagonistas de su film, nos topamos con una historia completamente cambiante y dependiente de las decisiones espontáneas del director. Su equipo, conformado apenas por el cámara, el asistente de dirección, la script (que apenas trabajaba), los actores y la maquilladora de Jean Seberg, se encontraron con una forma de trabajar imprevisible, llegando a no grabar durante días enteros y a esperarse cualquier situación cada día sin aviso previo. En medio de todo ese caos luchaba contra la desconfianza de todo el mundo, incluida la de su productor que no se podía permitir que Godard trabajase solo cuando estuviera inspirado (frente a lo que él se rebelaba, pues creía que el cine debía estar desprovisto de todo artificio y debía asemejarse más a la naturalidad y espontaneidad de la vida). Esto causaba las risas de todo el teatro. Para mayor naturalidad, los extras eran genuinos o se les pedía el favor en el momento de salir en la película y el cámara Raoul Coutard llegó a meterse hasta en un carrito de correos para grabar la mítica escena de New York Herald Tribune!.
En la película descubrimos a la excéntrica e imprevisible figura de Godard, como muchos otros genios. Desde el principio el protagonista tiene claro que tiene que crear su primera película, ya que todos sus compañeros del Cahiers du Cinemá, entre los que estaban grandes nombres como Truffaut o Chabrol, ya se habían estrenado como directores y sentía que se estaba quedando atrás. Sin embargo, no le valía hacer una película cualquiera, su intención era revolucionar el cine y romper los esquemas establecidos: y lo consiguió a la primera.
Nouvelle Vague es de esas películas que te hacen sentir que eres parte de algo mucho más grande, sales de la sala de cine como si hubieses participado en la creación de la obra maestra de Godard y con ganas de más. Con la inspiración de poder hacer mucho con muy poco y con la convicción de que el verdadero arte surge de la manera más orgánica y libre. Desde aquí, hacemos un llamamiento a Linklater, por favor haz más películas sobre este grupo de cineastas, Richard, moteur!
La película prometía desde el momento en que la audiencia empezó a aplaudir antes de que empezara y no podemos negar que ha sido la guinda del pastel, una forma perfecta de cerrar un fin de semana en la 70ª Seminci.
Fecha de estreno en España: 9 de enero de 2026
