Una amarga victoria

19.11.2025

Chile se encamina a un balotaje decisivo mientras Jara busca romper la posible unificación de la derecha y captar el voto antisistema.

Ricardo Agudelo Berrio


Jeannette Jara y José Antonio Kast  

El pasado domingo Chile vivió una elección histórica; Jannette Jara, miembro del Partido Comunista y candidata de la coalición de izquierda "Unidad por Chile", ganó la primera vuelta de las elecciones chilenas con un 26,85% de los votos, derrotando en un inicio a la dividida derecha chilena encabezada por José Antonio Kast, del Partido Republicano, quien alcanzó un 23.92%.


Jara, ex-ministra del Trabajo del gobierno de Gabriel Boric, representa justamente ese continuismo del gobierno actual, pero, aplicando nuevas medidas como el "Ingreso Vital para los Trabajadores", lo que garantiza un acceso total de los trabajadores a sus principales necesidades básicas, reduciendo a su vez las cuentas de la luz y una restricción en el cobro en unidad de fomento (salud, educación y arriendo) para los mismos. Jara además, promueve el "hipotecazo" para que personas menores de 40 años puedan acceder a su primera vivienda a un precio alcanzable por los trabajadores chilenos.


Palabras más, palabras menos, Jara promueve una intervención estatal en materias económicas para expandir los beneficios sociales a las clases más desfavorecidas y desarrollar la industria minera chilena. Contrario a los planteamientos de Jara, los candidatos de derecha, principalmente Kast, defienden la austeridad fiscal, reduciendo el gasto público en 6.000 millones de dólares en 18 meses; también propone una eliminación del impuesto de primera vivienda y del préstamo del 1,5% que hacen los chilenos al sistema pensional, o lo que llama él: "chao préstamo". Estas medidas, según asegura Kast, no afectarán a la distribución de beneficios sociales.


En materia de seguridad, Jara promueve una intervención estatal fuerte en la regulación al acceso de armas, el desarrollo de tecnología biométrica para la identificación y en general un endurecimiento policial y judicial.


Kast se distancia de Jara y dice que la construcción de cárceles de máxima seguridad debe ser prioridad del estado, lo que permitirá reforzar los planes de acción en contra de los grupos criminales, y que a su vez estará acompañado de tareas para la recuperación de terrenos ocupados por la criminalidad.


En cuanto al tema migratorio, Jara propone un servicio de identificación y empadronamiento biométrico para los migrantes, así como el fortalecimiento de control fronterizo, de igual forma, reforzando los cuerpos policiales, sin embargo, no menciona puntos específicos sobre la deportación masiva, cosa que sí hace Kast, quién promueve una financiación de vuelos para deportación de migrantes ilegales, pagados por los mismos deportados, así como crear una zanja en las fronteras para frenar el acceso irregular al país.


Ahora bien, teniendo en cuenta las posturas tan diferentes de ambos candidatos, Chile fue a las urnas el pasado domingo y dio como ganadora a Jara, sin embargo, y al no haber una mayoría simple, esta tendrá que enfrentarse a Kast en una segunda vuelta.


Parecería lógico pensar que sí Jara ganó en las primarias, ganará en las secundarias, sin embargo debe considerarse que la coalición que representa esta candidata ya agrupa a toda la izquierda chilena, lo que hace difícil el proceso de atraer más votos. Kast por otro lado, y a pesar de ser el segundo lugar en las primarias, juega con ventaja en esta segunda vuelta ya que la derecha no se unificó en un principio, por tanto, las probabilidades de que los votantes de los también derechistas Johannes Kaiser y Evelyn Matthei se adhieran a la campaña de Kast son muy altas. Esto casi le daría una mayoría simple sobre Jara, pero, como dice el periodista Ricardo González Duque, en política 1+1 no siempre es igual a 2, sobre todo porque hay un tercer factor involucrado y es el 19,71% que recibió el partido del antisistema y neoliberal Franco Parisi. No hay un apoyo claro de este personaje a ninguna de las candidaturas de segunda vuelta, haciendo que la tendencia de sus votantes sea más dispersa y pueda ser determinante en el resultado de las próximas elecciones del 14 de diciembre.


El caso es que, si Jara pretende ganar en segunda vuelta, debe atraer no solo a los votantes de Parisi, sino también buscar un punto de quiebre que le permita dividir los votos de la derecha, dispersa en primera vuelta, pero unida en segunda, ya que en el papel, Kast parte con amplia ventaja estratégica.