Sobre la pasión
Una reflexión acerca de la pasión en el ámbito universitario

El privilegio universitario cada vez es disfrutado por más alumnos. Hace unas noches terminé de ver la serie Lorca, muerte de un poeta, que recorre la vida del bueno de Federico. Quedé fascinada por su pasión y entrega a su oficio, pero no sólo el de Lorca, sino el de todos los compañeros que le acompañaban en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Buñuel, Dalí y demás talentosos aprendices vivían por y para su carrera, insaciables de conocimiento, pero parece que, fuera del universo cinematográfico y en la época actual donde estudiar una carrera es una opción accesible para todo aquel con el dinero suficiente, la pasión se ha perdido.
Me arriesgo a afirmar que somos minoría aquellos que ansiamos la lectura de un nuevo libro, la escucha de una nueva ponencia, un proyecto en el que invertir nuestro tiempo. Hemos inaugurado un sentimiento a contracorriente. Los tópicos del hastío universitario que dominan las redes y las plataformas más cercanas a la vida estudiantil reinciden en un mensaje a veces tan exageradamente negativo que llega a generar un temor falso. No normalicemos la universidad como una experiencia, no asustemos a aquellos que siempre han soñado con aprender.
Desde aquí, animo a todos los que sientan pasión por su pasión a expresarla, a no tener miedo de poner en marcha una idea más, de contarle a sus compañeros sus ambiciones, su progreso; a hacer de los estudios un complemento a nuestros sueños y no un obstáculo. No bloqueemos nuestras propias puertas. Ya lo dijo Lorca: "No creo que ningún artista trabaje en estado de fiebre".
