Si te vas...

11.12.2025

Hugo González | OPINIÓN

10 de diciembre de 2025. España se despierta con una noticia desgarradora. Robe Iniesta ha fallecido. El que para muchos fuera el último gran filósofo y pensador español, además de uno de los artistas más importantes que hemos tenido el placer de escuchar y disfrutar, ha partido hoy, abriendo sus alas y dejándose llevar por el aire, como buen hombre pájaro que era.

Tras su desaparición mediática del año pasado debido a problemas de salud que le obligaron a cancelar su gira, todos temimos lo peor; y, al final, desgraciadamente, ha terminado por convertirse en la crónica de una muerte anunciada. Robe fue un hombre auténtico, adelantado a su época, y con la clara filosofía de que el amor y el arte siempre deben ir de la mano y siempre son capaces de sanar las heridas más profundas y llegar a rincones inimaginables. Porque sí, ese hombre con ese aspecto característico incluso algo caricaturesco, aquel que llegó hasta a gritar a sus propios fanáticos por grabarlo en directo, era todo un experto en la ciencia de los sentimientos y su expresión, pero no un poeta, según él mismo (aunque lo más seguro es que se estuviera haciendo el humilde)…

"Apareciste y, sin razón,

creo que algo me desorientó.

Aquí desprevenido

en manos del destino.

Y le estoy buscando explicación:

¿Será el eje de rotación,

que hace que esté torcido

el mundo en que vivimos?

Yo, sentido de la orientación,

nunca tuve, iba sin dirección.

Pero ahora puedo asegurar que estoy

perdido, perdido."

POR SER UN PERVERTIDO - Robe Iniesta

Un genio para crear canciones melancólicas y momentos inolvidables, que son capaces de transportarnos a nuestros primeros amores, nuestras primeras fiestas, nuestros primeros enfados y pérdidas… En definitiva, alguien que percibía la vida de una manera diferente al resto, o que por lo menos, sabía exteriorizar con mucho detalle y mimo todo lo que sentía: desde el vacío más desolador hasta la redención más épica.

Jesucristo García, ahora más que nunca necesitamos que vuelvas de entre los muertos, de la forma que sea, o nos dejarás huérfanos de amor en un mundo cada vez más gris. Gracias Robe, por la forma en la que hacías sonar tu guitarra, por tu voz rota, por tu plena dedicación a relatar la belleza y al arte de lo cotidiano, nos veremos en otra vida, en la que espero que también podamos gozar de tu bondad para compartir con todos hasta lo que se encuentra en lo más profundo de tu corazón. Pero que sepas que si te vas… me quedo en esta calle sin salida…