Otra manzana podrida en un árbol descompuesto

19.02.2024

El pasado 26 de enero El País publicaba una investigación en la que vienen recogidas las acusaciones de violencia sexual de tres mujeres contra el cineasta español Carlos Vermut

Gonzalo Mozas Martín/GETAFE


Algunos preferirán olvidar el tema, esperar a que sigan pasando los días, las semanas, para poder sepultar bajo un manto silencioso todas las quejas de "feministas exaltadas" que tanto les molesta oír. Pero, a pesar de lo poderoso del miedo, gracias a yo qué sé quién (Gutemberg, quizás) existen espacios como este para obligar a escuchar a aquellos que se hacen los sordos.

En la investigación publicada por El País tan solo unas horas antes de que tuvieran lugar los premios FEROZ los testimonios aparecen expuestos de una forma muy llamativa. Y es que el artículo no solo contiene las tres historias de las mujeres que acusan a Carlos Vermut (Mantícora, Quién te cantará) de violencia sexual, sino que también cuenta con la defensa del mismísimo director. Esta manera de publicar las declaraciones parece responder a la objetividad metodológica que ha de emplear un periodista (en este caso tres) a la hora de informar al mundo, sin dejar ninguna de las partes fuera de la historia. Sin embargo, mostrar las dos caras de la moneda no es ni mucho menos una estrategia de conciliación entre ambas partes. Es más, en este caso concreto el hecho de poder leer las palabras de Vermut no hace más que empeorar el desastre.

fuente: wikimedia commons
fuente: wikimedia commons

A lo largo de la que pretende ser una defensa contra las acusaciones, el cineasta parece querer dar a entender que se trata de un mal entendido, de un problema de comunicación a la hora de tener relaciones sexuales. "He practicado sexo duro siempre de manera consentida, porque creo que es muy importante el consentimiento", dice, y con frases como esta uno se da cuenta de que por mucho que algunos se llenen la boca con el verbo consentir son pocos los que comprenden la razón esencial del asunto. ¿De verdad hay gente que entiende el consentimiento de manera unilateral? ¿Qué clase de persona se cree con la potestad de cuestionar la voluntad, el sufrimiento y el dolor de otra? De una "otra" que se abre al mundo con nada que ganar y todo que perder, que se atreve (y puede) dar el paso que pocas dan. Con el objetivo, imagino, de ayudar de alguna u otra forma a aquellas que sufren y sufrirán su misma situación.

No olvidemos que aún a día de hoy y en el que muchos venden como el mejor de los mundos posibles, apenas unas horas después de que se hiciera pública la investigación, José Coronado se atreve a señalar directamente a las víctimas afirmando que "lo que no vale es denunciar al año o a los dos años", mientras pisa la alfombra roja de los premios FEROZ. Y que, según las conclusiones tras la megaencuesta que publicó el Ministerio de Igualdad a finales de 2020, solo el 8% de las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja lo ha denunciado a la Policía, la Guardia Civil o el Juzgado.