Nuevo protocolo de asociaciones: las directrices y sus respuestas
Martina García Peñalba / GETAFE

El Protocolo de Comunicación para las Asociaciones de Estudiantes de la UC3M, publicado hace apenas dos semanas, ha generado una rápida respuesta estudiantil. Esta nueva regulación a cargo del Vicerrectorado de Estudiantes impone una serie de medidas que la Asamblea de Estudiantes considera un "atropello contra su libre y legítima actividad". Así lo ha expresado en el reciente comunicado, firmado por varias asociaciones -como Abrir Brecha o Demos- que se han comprometido a no cumplirlo hasta que se retire en su totalidad.
Entre las normas que figuran en el protocolo se encuentra la autorización previa como requisito para difundir cualquier evento que se realice en las instalaciones de la universidad. Para ello, se debe rellenar un formulario electrónico con diez días de antelación como mínimo, un plazo que, reivindica la Asamblea, es "prácticamente imposible de cumplir" y afecta sobre todo a las asociaciones más pequeñas. Además, toda información que no haya sido aprobada o que contenga "expresiones o imágenes ofensivas o ilegales" podrá quedar eliminada si así lo decide el Consejo de Orientación de Estudiantes. La respuesta a esta medida ha sido que "mutila la posibilidad de un discurso crítico". En el comunicado emitido por la Asamblea se defiende que el protocolo, en nombre de un principio de "lealtad institucional", somete la actividad de las asociaciones a "criterios de censura". Temen que se esté amenazando, no solo la libertad de acción de estos grupos, sino también las libertades de asociación, reunión y expresión del alumnado.
El protocolo incluye la prohibición a las asociaciones de usar el término "uc3m" en su denominación, aunque sí podrán indicar que pertenecen a la Universidad. La excepción son las asociaciones que ya se hayan registrado usando esa fórmula, que no estarán obligadas a cambiarla. La Asamblea de Estudiantes considera que esto "invisibiliza un tejido asociativo ya muy debilitado".
La utilización de la imagen corporativa de la UC3M queda restringida. Como norma general no se podrá usar, salvo que la Universidad colabore expresamente en alguna actividad de la asociación, en cuyo caso sí que podrá mencionarse.
En cuanto al uso de redes sociales, aparte de no poder incluir "uc3m" en el nombre de usuario, la presidencia de la junta de las asociaciones debe solicitar la apertura de sus cuentas. Si el Vicerrectorado de Estudiantes considera incorrecto el uso de algún perfil de asociación, esta podrá perder el permiso de difusión de sus actividades.
La Asamblea de Estudiantes no cree que la promulgación de este protocolo sea casualidad. En su comunicado declaran que esto sólo representa la punta de iceberg de una "represión" que identifican desde hace tiempo y que aseguran que se llevó a cabo el año pasado a raíz del intento de boicot de una charla por su discurso tránsfobo. Recalcan además que se ha publicado en un momento en el que está habiendo una denuncia directa del papel que juega la universidad en el conflicto israelí-palestino.
Medios de comunicación externos como 'El Salto' también hacen eco de esta noticia.
