“No tengo oxígeno”: el grito de Grecia pidiendo justicia
Las masivas protestas en el país se producen dos años después del peor accidente ferroviario de su historia
Marta Valverde Vozmediano

Cientos de miles de personas han salido a la calle por todo el país en el segundo aniversario del accidente de tren que causó 57 víctimas mortales. Dos trenes, uno que transportaba 350 pasajeros y otro de mercancías, colisionaron cerca de Larisa. Entre las 250 localidades griegas que se han lanzado a protestar destacan Atenas o Tesalónica, con concentraciones consideradas como las más numerosas de los últimos años en el país.
"No tengo oxígeno" fueron las últimas palabras de una de las víctimas de esta catástrofe, en su llamada a los servicios de emergencia poco antes de morir asfixiada. Esta frase junto con "Escríbeme cuando llegues" se han convertido en las proclamas con las que los manifestantes demandan justicia. Simbolizan el dolor y la rabia de la ciudadanía griega, que sigue intacta dos años después, demandando respuestas acerca de lo que se esconde realmente detrás de esta tragedia. Las movilizaciones se han desarrollado en su mayoría pacíficamente, a pesar de algunos incidentes violentos en Atenas. Los estudiantes griegos denuncian que los medios locales e internacionales hayan dado mayor importancia a estos enfrentamientos que al motivo de las protestas.
Una gran parte de la sociedad griega apunta que no se trató sólo de un "error humano", sino que hay un trasfondo más complejo detrás de este siniestro. La Comisión Europea detectó en 2021 graves deficiencias en los sistemas de seguridad ferroviaria griegos.
Detrás del "error humano" del jefe de estación, principal imputado por este suceso, hay un sistema que funciona manualmente y cuyas carencias vienen de largo. La línea Atenas- Tesalónica ya había experimentado otros accidentes ferroviarios antes, como el del 13 de mayo de 2017 que dejó tres muertos y seis heridos.
La percepción de los ciudadanos es la falta de transparencia por parte del gobierno sobre el siniestro y su negligencia en la investigación de los hechos. Las grabaciones de maquinistas alteradas, las dudas sobre cuál era el material que transportaba el tren de mercancías involucrado en el choque, la falta de una respuesta coordinada de emergencias o los graves fallos en la infraestructura ferroviaria identificados por el informe de investigación; hacen que la población griega siga exigiendo justicia y verdad por parte de las autoridades. Por su parte, el primer ministro Mitsotakis, dice respetar el dolor de las familias de las víctimas, mientras acusa a las "teorías de la conspiración" y los "mitos" sobre esta colisión, de haber desatado estas fuertes protestas.
