La trampa dorada de Los Ángeles

Laura Vázquez Maceiras
¿Eres guapo, ambicioso y has ganado la guerra del algoritmo? ¡Enhorabuena! El universo digital te ha bendecido con miles de seguidores, contratos de marca y la oportunidad de convertirte en influencer de pleno derecho.
¿Estás listo para cambiar tu identidad por un feed perfectamente curado y una sonrisa de porcelana? Entonces, ¡Los Ángeles es tu lugar!
Bienvenido a la ciudad donde el sol nunca se apaga, pero la autenticidad sí. Aquí, cada calle parece una pasarela y cada café orgánico, un escenario para tu próxima story. El clima cálido de California, las calles impecables de Calabasas y las fiestas de las marcas más exclusivas te están esperando. Instálate en la West Coast y verás tus sueños cumplirse… o al menos parecerlo en Instagram.
Deja atrás a tu familia, tus amigos y cualquier rastro de humildad. Aquí, el valor se mide en colaboraciones con Prada y cómo de absurdamente grande puede llegar a ser tu botella de agua.
Rodéate de gente que habla de "energía" pero cuyo verdadero mantra es "networking". Asiste a desayunos detox, cenas macrobióticas y retiros espirituales patrocinados por conglomerados millonarios.
¿Tienes hambre o ansiedad? No te preocupes, Los Ángeles tiene la solución mágica: una inyección de Ozempic y un smoothie verde. ¡El combo oficial de la felicidad californiana!
¿Ataques de ansiedad repetidos por la sobreexposición? Aquí los edibles de marihuana para "relajarse" son tan comunes como los matcha latte de 20 dólares.
¡Felicidades! Has sido invitado al after party de los Grammy.
¿No quieres probar la nueva droga psicotrópica del momento? Qué decepción. Pensábamos que eras más cool. Además, no es para tanto ,"solo es como tomarse un par de cafés", te dicen entre risas, mientras los flashes iluminan rostros perfectamente editados.
Y no olvides el evento más esperado del año: Coachella, el festival de la autenticidad patrocinada. Ven a respirar polvo, posar con outfits de diseñador y fingir que vives un despertar espiritual mientras un dron te graba desde el aire. Vive el sueño americano al ritmo de la música, los influencers y las estrellas del momento. Porque si no lo posteas, ¿realmente lo viviste?
Y así, entre filtros dorados y sonrisas ensayadas, la línea entre clase social y belleza se desvanece. En un futuro no tan lejano, la perfección física dejará de ser un ideal: será un privilegio. Los ricos podrán comprarse su "naturalidad": operaciones de última generación, dietistas personales, entrenadores 24/7 y acceso anticipado a las tendencias más efímeras. El resto… aprenderá a aceptar sus imperfecciones, o al menos a disimularlas con un filtro. Porque en Los Ángeles, como en el mundo entero, la belleza ya no es genética ni suerte. Es una inversión.
Y mientras unos brillan bajo los focos del privilegio, otros observan desde fuera, preguntándose si la felicidad también se podrá financiar a plazos.
Bienvenido al nuevo orden de la belleza: donde el lujo no solo se viste, se inyecta.
Y tú, ¿cuánto estás dispuesto a pagar por pertenecer?
