La tormenta de la memoria asedia el Pleno del Congreso en el primer aniversario de la dana

Pablo García | Crónica
La sesión de control al Gobierno de este miércoles recupera el protagonismo de la tragedia en Valencia con un debate fúnebre entre Gobierno y oposición
La luz del día se encarga de despertar a la ciudad desde las 7:30 de la mañana, pero el sol no se hace paso entre las nubes que cubren la capital. El cielo de Madrid amenaza con lluvia. La meteorología no suele ser tema de rigurosa actualidad, pero hoy coinciden dos circunstancias que la hacen noticiable: que lleva unos 100 días sin llover de forma relevante en la Comunidad y que se cumple el primer aniversario del desastre de la dana en Valencia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llega al Congreso de los Diputados alrededor de las 8:30 horas escoltado por dos motos policiales que abren paso a la comitiva de dos turismos negros tintados y otros dos furgones que cierran el cortejo. El vehículo que transporta al presidente entra en el patio que divide el Palacio de las Cortes del resto de ampliaciones posteriores. Se baja, saluda al policía que hace guardia en la puerta y entra al pasillo del Orden del Día para acceder directamente al hemiciclo.
Minutos más tarde, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reproduce la liturgia de manera casi idéntica. La única diferencia es que su coche no llega a entrar en el patio, lo que la obliga a caminar unos metros para entrar en el edificio.
El resto de diputados van llegando a cuentagotas. Los periodistas enseguida vislumbran al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, bajando a pie por la Carrera de San Jerónimo, y no pierden la oportunidad de hacerle alguna pregunta. Él tampoco. Se le pregunta por la presencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, al funeral de Estado que se celebra esta tarde en Valencia. El portavoz recibe la asistencia y se encara a meter el gol: "Mazón es un psicópata" que sigue en su cargo porque "tiene dos cómplices: Feijóo y Abascal".
A las 9:00 horas se abre la sesión de control al Gobierno con un minuto de silencio unánime en recuerdo de las víctimas de la riada. Acto seguido, se pone en marcha la dinámica habitual para dar comienzo a la ronda de preguntas que los grupos parlamentarios formulen al Gobierno.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, toma la palabra y, antes de formular su pregunta al presidente Sánchez, expresa su deseo de recuerdo a las víctimas y a que "toda la energía que se dedica a politizar esta tragedia" se dedique "a la reconstrucción". En el juego de cartas Mus, se dice que un jugador "lanza un órdago" cuando apuesta todo el juego a una sola jugada. La reconstrucción es el órdago de Feijóo y Mazón. Especialmente del segundo, que necesita mantener el apoyo del primero.
Feijóo poco o nada tiene que ganar si favorece a alargar la conversación monográfica sobre la gestión de la riada, de manera que trata de encender las luces largas y poner el foco sobre la intervención de Pedro Sánchez mañana en la Comisión de Investigación del Senado. Pregunta al presidente si dirá la verdad o si "va a seguir haciendo de Pedro Sánchez". La bancada del Grupo Popular aplaude, aunque sin demasiado entusiasmo. Quizá era demasiado temprano aún y alguna de sus señorías no estaba lo suficientemente despierta.
Una de las habilidades incuestionables del presidente Sánchez es su capacidad para no contestar a lo que se le pregunta, desviar la atención con una cortina de humo y dominar la conversación pública según su criterio. Esta vez la circunstancia era tan favorable que no tuvo que destinar apenas esfuerzo para conseguirlo. En un tono de voz pretendidamente bajo, casi lúgubre, subraya que siempre ha rendido cuentas ante las Cortes, pero considera que "hoy no es el día". Se sienta y sus diputados le aplauden. Fin de la intervención.
El pez luchador siamés, también conocido como Betta, se caracteriza por ser un animal muy territorial. En ocasiones se le coloca frente a un espejo en el que ve su propio reflejo para entrenarlo y, ante la falsa creencia de que está siendo atacado, reacciona con una agresividad desproporcionada. Cuando Feijóo recupera la palabra para dar la réplica, toda la bancada de los diputados populares parecían haber transmutado en un acuario de peces Betta.
"Señor Sánchez, usted nos ha mentido a todos", retoma el líder del PP. Lo hace sin preámbulos para dar paso a una enumeración de circunstancias en las que, a su criterio, el presidente no había sido sincero. Termina con dos casos destacables: Feijóo acusa a Sánchez de mentir "más que su CIS y que su Televisión Española". Es relevante subrayar este último caso porque es un ataque sin precedentes a los profesionales de RTVE lanzado por quien, de manera muy acertada, critica la reciente ofensiva del Gobierno al periodista David Alandete.
La sesión continúa con la misma iniciativa con la que empezó. Llama la atención el diputado que no empieza su intervención recordando lo ocurrido hace hoy un año. Incluso hay quien utiliza el tiempo de su intervención para exigir responsabilidades y atención a quienes siguen luchando contra los desperfectos, y ya de paso, sacar tajada política.
Sánchez y Feijóo volverán a coincidir esta tarde en el funeral de Estado presidido por los reyes. Asistirán unas 800 personas entre familiares directos de las víctimas y autoridades civiles del país como los presidentes del Congreso, Senado, Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo, la mayoría de presidentes autonómicos y los portavoces de los grupos parlamentarios en las Cortes generales. Todos salvo Vox, que ha declinado la invitación.
