Israel castiga a la ONU

28.10.2023

Tras el discurso en que el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, criticaba la asfixia a la que lleva décadas sometido el pueblo palestino, el embajador de Israel en la Organización ha anunciado el bloqueo de visados a los representantes de la ONU

Gonzalo Mozas Martín / GETAGE


"Ha llegado el momento de enseñarles una lección". Estas palabras en tono de amenaza que termina por cumplirse le han servido a Gilad Erdan, embajador de Israel en Naciones Unidas, para cerrar con punto y final (o no) la respuesta a las declaraciones de Guterres. 

El pasado 24 de octubre, el líder de la ONU abría la reunión del Consejo de Seguridad con un discurso en el que compartía su preocupación ante la escalada de horror en Gaza y pedía la colaboración del resto de los países de la región para evitar una guerra a mayor escala. El punto controvertido llegó con la referencia del secretario general al desencadenante de esta situación. Guterres afirmó que los ataques de Hamás "no surgieron de la nada" y que son una respuesta desesperada (e imposible de justificar) ante la opresión que Israel ejerce desde hace décadas. 

La respuesta por parte del gobierno israelí fue inmediata. En menos de veinticuatro horas, Erdan anunciaba el bloqueo de visados a los representantes de la ONU. Además, el país pidió la dimisión de Guterres y llegó a calificar sus declaraciones como "apología al terrorismo".

Si bien es cierto que Israel es un Estado soberano y, como tal, tiene la potestad de decidir quién atraviesa sus fronteras, arremeter contra la Organización de las Naciones Unidas y castigar a sus representantes no parece la vía más adecuada si se pretende frenar una escalada. Con reacciones como esta es natural preguntarse cuál es su verdadero objetivo: ¿acabar con el terrorismo de Hamás y luchar por la vida de inocentes? ¿O, por el contrario, promover la guerra para fardar de poder bajo la protección de sus aliados?