Huelga en Hollywood: ¿Qué tienen los artistas que la IA no?
Por primera vez desde el año 1960, actores, actrices y guionistas de Hollywood se han puesto en común en una huelga que ha paralizado la industria cinematográfica estadounidense por completo.
Amparados por los sindicatos SAG (Screen Actors Guild) y WGA (Writers Guild of America), estos trabajadores reivindican, desde el 2 de mayo, la mejora de sus salarios y condiciones laborales, así como la regulación del uso de la Inteligencia Artificial en la creación audiovisual. Ya en el año 60 los intérpretes defendían su derecho de remuneración ante la repetida emisión de las obras en las que participaban, respaldados entonces por el actor y futuro presidente estadounidense Ronald Reagan. Lo cierto es que, a día de hoy, la batalla que se libra es diferente: los trabajadores reclaman la regulación del uso de la IA tanto en la escritura de guiones, que puede realizarse ya de manera muy simple con herramientas como ChatGPT, como en la utilización de los rostros de actores conocidos, que amenaza con usarse para generar imágenes artificialmente sin su consentimiento. Lo más estremecedor quizá sea el desconocimiento acerca de las capacidades que tendrá esta tecnología, pues su mejora se produce a una velocidad alarmante. Ante la incertidumbre de esta amenaza, los artistas audiovisuales no reciben garantía de que, en caso de llegar a un acuerdo con las productoras (representadas por la organización AMPTP), éste sea suficientemente eficaz.
A pesar de la envergadura de este problema, todavía cabe guardar cierta esperanza, y es que, aunque la IA sea capaz de crear contenidos más baratos, estos nunca tendrán la sensibilidad de una obra creada por seres humanos. Nadie se conforma con ver la misma historia una y otra vez. Nadie se emociona con una serie escrita e interpretada por máquinas. Nadie elegirá nunca una película hecha con Inteligencia Artificial sobre una hecha con inteligencia, esfuerzo y sentimiento real. Y eso es algo que la tecnología jamás podrá reemplazar.