Emancipación defensiva: Europa se fortifica tras la falta de acuerdo entre Trump y Zelensky
Tras la amarga ruptura del que iba a ser el acuerdo que pusiera fin a la guerra en Ucrania, los países europeos se han visto abocados a tomar cartas en el asunto, y algo que ya se consideraba urgente tras la llegada de Trump a la casa blanca, quien amenazaba con abandonar la OTAN si los países europeos no aumentaban su gasto en defensa a un mínimo del 3% del presupuesto nacional se ha convertido ahora en una necesidad primordial para defender a Ucrania de futuras ofensivas rusas.
Arturo Gómez Gutiérrez

Esta semana, la presidenta de la comisión europea Ursula Von Der Leyen anunciaba que era "necesario" el rearme de Europa, para así lograr una afianzada autonomía militar que permita hacer frente a Rusia en el conflicto, sin necesidad de requerir el apoyo norteamericano para mantener el frente.
Estas declaraciones produjeron casi de manera inmediata una abrupta subida en bolsa de numerosas empresas europeas pertenecientes al sector de la defensa, tales como Hensoldt, la cual lideró las subidas con un aumento del 33,56% en su cotización, Kongsberg incrementando un 17,73%, Saab con un 12%, Rheinmetall con un 16,4% o la española Indra con un sólido 11%.
Lograr una autonomía defensiva sería, sin duda, una gran victoria para Europa. Además, esto debilitaría significativamente el poder negociador de Estados Unidos en el conflicto, qué necesita mantener una posición dominante para hacer valer sus intereses y asegurar el acceso a materias primas, fundamentales para la expansión tecnológica del país. En este contexto, parece estar desarrollándose una nueva "carrera espacial", donde las naves han sido reemplazadas por microchips, y la competencia se centra en la programación y el desarrollo de nuevas inteligencias artificiales.
Pero esto debería hacer que nos planteemos las siguientes preguntas: ¿Cómo van a afrontar los países europeos el desembolso necesario para lograr ese objetivo presupuestario en defensa? ¿Hasta qué punto puede seguir aumentando la deuda de los países europeos, que ya se encuentra en niveles preocupantes? ¿Afectará esto de forma indirecta a los ciudadanos, los cuales pueden sufrir grandes subidas de impuestos como consecuencia de los gastos en defensa y, en el largo plazo, la reconstrucción de Ucrania?
La actitud indiferente y relativamente desinteresada del presidente norteamericano durante las negociaciones con Zelensky dejó dos cosas claras. La primera es que su principal interés en el asunto Ucraniano es meramente económico, buscando hacerse con un gran porcentaje de las explotaciones mineras de tierras raras en Ucrania. La segunda es que no tiene ningún tipo de remordimiento al saber que mientras no se llegue a un acuerdo de paz miles de vidas seguirán perdiéndose a diario, aunque este será un argumento de fuerza que usará repetidamente, tanto en las negociaciones como con la prensa para ejercer presión en el presidente ucraniano.
