El sendero azul: la película nacional que pone color a la SEMINCI

David Casas Torres 

La obra de Gabriel Mascaro ha sido una de las proyecciones del día 26 de octubre a las que el público pudo asistir de la SEMINCI. El Teatro Carrión se llenó hasta el anfiteatro para ver la última proyección, ya caída la noche, en la ciudad pucelana.

La película que cuenta con un elenco formado por Denise Weinberg y Rodrigo Santoro ha sido una de las sensaciones de esta Semana Internacional del Cine contándonos una historia sobre una sociedad brasileña en la que el gobierno establece un aislamiento preventivo a las personas mayores. Nuestra protagonista Tereza no quiere afrontar esta vida ya que se siente con toda la energía del mundo para vivir en sociedad y huye buscando a alguien que le haga cumplir sus sueños y vivir las aventuras que siempre ha querido vivir. Por su camino hacia la libertad pasan importantes personajes en su búsqueda hasta que encuentra a una mujer que la invita a pasar el resto de su vida con ella en su barco.

Antes de mencionar todo lo positivo del largometraje (que hay bastante), tengo que destacar que el símbolo del caracol de baba azul no era sencillo de encontrar su significado. Era complicado descifrar la relación que tiene con conseguir ver el futuro con la búsqueda que tiene Tereza de vivir la vida que quiere vivir con total libertad de hacer todo lo que ha deseado hacer. Aun así, es una película preciosa en la historia que cuenta, sugiriendo al público reflexionar sobre cómo valoramos a las personas mayores en nuestra sociedad.

No podemos pasar por alto el nivel de fotografía de esta obra. Ha habido películas a nivel fotográfico y ambiental preciosas en este festival, pero esta sin duda se lleva la palma. Esos paisajes de la selva amazónica, el río, Brasil, cada fotograma está hecho minuciosamente al detalle, lo que hace que cada pausa que hagas a la película sea una foto que podrías poner de fondo de pantalla en el móvil.