EL FINAL DE UNA ERA: CIERRA DISNEY CHANNEL ESPAÑA

23.01.2025

Este 7 de enero Disney Channel cerraba sus puertas en España después de 27 años. Sí, 27. Porque todos crecemos. Y nosotros lo hicimos con el canal

María Martínez Berezo


Hace años estábamos en primaria pidiéndole a nuestros padres que nos dejaran ver un rato nuestras series favoritas. Y este 6 de enero muchos lo volvimos a hacer por última vez, pero ahora en la universidad. Hay que cerrar etapas, supongo. Aunque eso no tiene por qué significar borrar recuerdos. ¿Quién no ha intentado hacer el logo de Disney imitando el famoso movimiento de varita con el que nuestros artistas favoritos nos recordaban que "estábamos viendo Disney Channel"? ¿Quién no ha debatido en el patio si le gustaba más Nick o Joe? ¿Quién no ha tarareado sin querer el mítico we are all in this together? Aunque no fueras fan, estoy segura de que veías Phineas y Ferb en verano. Y también de que tenías una hermana o una prima que compraba la revista Bravo o la Como tú todos los meses y su portada siempre la protagonizaba un actor de Disney. Son muchas las estrellas actuales que iniciaron su camino aquí cuando solo eran unos adolescentes. Los Jonas Brothers, Demi Lovato, Selena Gómez, Sabrina Carpenter o Miley Cyrus son algunos de los ex-chicos Disney que ahora lideran el panorama internacional. 

Disney Channel vivió su época dorada durante la década de los 2000, marcando la infancia de los millennials y de buena parte de la generación Z. En 2003 llegó la primera de sus muchas películas musicales: The Cheetah Girls. Después fenómenos como High School Musical o Camp Rock (el eterno debate de los fans), que perpetuaron el legado de la industria Disney y lanzaron a la fama a artistas como Zac Eron, Demi Lovato, Vanessa Hudgens o los Jonas Brothers. Una de sus últimas franquicias más exitosas fue Los Descendientes, que será tristemente recordada por la muerte de Camerón Boyce, otra de sus últimas apuestas. No solo triunfó por sus películas originales. También lo hizo con sus series. Seguramente, si ahora mismo estáis en 5º de carrera, recordaréis más Zack y Cody: Todos a bordo, Hannah Montana, Jonas o Los Magos de Waverly Place. Sin embargo, a los novatos les sonarán nombres como Jessie, Buena Suerte Charlie o Austin y Ally. Cabe destacar el éxito de formatos latinoamericanos, como lo fue Violetta, y otros made in Spain, como La Gira o Cambio de Clase. Eso sí, probablemente estos solo los hayan seguido los más trasnochadores. 

El principal sello de Disney Channel fue su estricta política de protección a los menores, ya que muchos de sus actores debutaron alrededor de los catorce años. Nada de faldas por encima de las rodillas. Nada de vocabulario malsonante. Nada de chistes sexuales. Y besos, los mínimos posibles (a pesar de que muchas de las parejas protagónicas acabaron traspasando la pantalla). Y como todo, la burbuja de Disney también explota. Entonces se ve la otra cara de la moneda. Lo complicado que era desligarse de la imagen de "chicos buenos" que Disney Channel siempre se ha preocupado por transmitir. Cada uno lo hizo de una manera. Videoclips transgresores, cine de terror, fenómenos como Euphoria, cuentas de OnlyFans, depresiones, riesgos de muerte por sobredosis o incluso prisión han sido algunos de los caminos elegidos por estos ídolos adolescentes para romper con la imagen infantil que habían dejado en toda una generación. 

Sí, quizá Disney romantizaba un poco la vida. Pero quizá también nos enseñó que el amor no está solo en la atracción física, sino en los pequeños detalles de esa persona que te gusta. Que, cuando estamos estresados, ponerse a bailar es una mejor solución que salir a beber y a fumar. Y, sobre todo, que a los 16 años estamos en plena pubertad y no tenemos el cuerpo, ni la piel, ni la talla de sujetador, ni el músculo que nos quieren vender las nuevas series "juveniles", cuyos actores están más cerca de la treintena que de los recién cumplidos dieciocho de sus personajes. En definitiva, Disney Channel nos enseñó a disfrutar de ser niños. A disfrutar de crecer. Y a soñar. 

Disney Channel fue un canal hecho por niños para otros niños. Y de repente se acabó el instituto. Se acabó el verano. Se hicieron mayores. Cumplieron sus sueños y se apagaron los focos. Y nosotros dejamos de poner Disney Channel porque también habíamos crecido. Ahora todo está en las plataformas. Ya no hay We love viernes. Ni tienes que volver a ver ese capítulo que te sabías de memoria o mirar el horario de tu serie favorita. Pero para los que tuvimos la suerte de vivirlo fue una época mágica. Y más que su cierre en sí, lo que da nostalgia es cortar otro de los hilos que nos unían a la infancia. Porque cada vez van quedando menos. Pero que no cunda el pánico. Si hemos aprendido algo de Hannah Montana es que podremos cambiarnos el pelo o la ropa, pero siempre vamos a encontrar el camino de vuelta a casa. Así que supongo que gracias por eso, Disney Channel.