El éxito de Aramburu: Patria
Violeta Armengod y Lucía Sánchez
En el festival del Cine y la Palabra (CiBRA), el ámbito de la literatura se vio representado, entre otros actos, por Fernando Aramburu durante la tarde del 7 de noviembre. Leonardo Padura, escritor cubano y ganador del premio Viento de la Luna en la edición pasada, regaló una entrevista a su compañero y amigo, además de otorgarle este mismo premio al día siguiente durante la gala de clausura del festival.
Fernando Aramburu cuenta con una amplia trayectoria literaria y en esta charla deleitó con el proceso creativo que sigue para escribir sus libros y en especial con uno de sus libros más reconocidos, Patria. Aramburu comentó la importancia que tuvo este libro en su desarrollo personal, nos hace entender lo que pasó en el País Vasco, la influencia de ETA. Según él, Patria es un libro que hacía falta escribir, estaba esperando a ser escrito.
A pesar de ser una novela ambientada en un hecho real, los protagonistas de esta no son más que creaciones del propio Aramburu, pero el realismo y la narración de los sucesos añade una verdad humana que no parece invención. Al contrario de los novelistas históricos, este escritor juega con las historias, él tiene las piezas de la partida de ajedrez y las coloca en una época. Tanta es la importancia de los personajes que intenta interiorizar con ellos realizando un ejercicio de ventriloquia, se deja colonizar por la novela.
En cuanto al contenido, contó que para él la trama es algo secundario, una simple partida de ajedrez. Sin embargo, lo que sí es importante para sus novelas, es tener claro cuál va a ser el final. La trama será la que sea, pero la estructura es algo clave, pues guía el camino de la historia. Respecto al título, no le gustan largos ni espectaculares, que no sean muy explícitos. Para él representa la personalidad del libro, y en el caso de Patria, fue lo primero que escribió, la palabra en sí misma le resulta eufórica.
Patria es un libro de gentes, no de ETA ni de política. Cuando el autor recibe comentarios acerca de que su libro es triste se alegra, ya que no deseaba que se leyera como comedia. Nos explicó como actualmente se identifica al humor como comedia cuando este no busca necesariamente la risa. El humor no tiene por qué derivar en la parodia, se puede contar una tragedia con elementos humorísticos.
Para Aramburu, escribir no es simplemente contar historias, consta de un trasfondo emocional. Plasmar en el papel sus historias sirve para librarse de ellas, ya que le molestan, rompen su equilibrio.
La literatura no lleva en sí misma una responsabilidad civil o social, es algo que se adopta. Aramburu es un adepto del respeto y la conciencia pacífica y cordial, alegó que como escritor uno tiene que cumplir con su oficio, es decir, una responsabilidad individual; sus lectores nunca pagarán por un libro mal hecho.
El asume la responsabilidad social por voluntad, no como norma, si se tratara de una obligación, no lo haría: es el zar de su escritorio. Para cerrar este encuentro, se presenció un emotivo momento entre el escritor y asistentes de la ONCE, mediante una lectura en braille de las primeras páginas de Patria.
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