Domingo Pisón, director de cine: “es mi cometido, demostrar cómo el cine en lengua de signos no es solo una cosa de discapacidad”

Paula Palao | ENTREVISTA
Domingo Pisón es el cineasta al que llaman para representar la lengua de signos española en el cine. Director, guionista y productor, es la primera persona sorda con estudios universitarios en Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
En 2014 dirigió su primer cortometraje, El despertar de una mariposa. Su corto más reciente, Veo oscuro, tiene como protagonista a María García-Lomas, la primera actriz sordociega. Ha trabajado para RTVE, Netflix y Warner Bros. Fue parte del equipo directivo de Sorda, película ganadora de premios en algunos de los festivales de cine más relevantes de Europa.
El día de la entrevista, Pisón se había arreglado para un evento de cine en el Teatro Eslava. Al entrar en la cafetería cerca de Opera, llevaba un jersey de cuello vuelto rojo y una gabardina negra. Pidió un té negro con gesto tranquilo.
¿Desarrollaste tu propio método?
Yo me di cuenta y me demostré que si estoy conviviendo con oyentes y con sordos, de alguna manera, utilizando mi privilegio de ser sordo bilingüe, como oralista y con lengua de signos, utilizarlo como herramienta para unificar ambos mundos. Me lo he ido demostrando. Con mis cortos, con el corto de El despertar de una mariposa, Veo oscuro, y con Sorda y otras películas.
Lo que pasa es que en Sorda, por ejemplo, hubo intérprete en todo el rodaje. Cosa que en Veo oscuro, aparte de que utilicé una actriz sorda real para la película, yo utilicé la estrategia, que esto es una cosa inédita, de utilizar un intérprete en el primer día del rodaje para desenvolverse todo el equipo y que estuvieran tranquilos. Pero es más mi estrategia para romper el hielo, porque el segundo día quito el intérprete de lengua de signos, para que vean cómo el director sordo bilingüe puede comunicarse con los actores sordos y, a la vez, con los técnicos oyentes.
Has trabajado en Televisión Española y para productoras como Netflix y Warner Bros ¿Hay alguna empresa en la que te hayas sentido más cómodo, que te guste más su forma de trabajar?
Yo siempre he intentado trabajar en el mundo del cine y la televisión. Siempre he intentado trabajar en ficción. Pero el motivo de trabajar en Televisión Española es porque en plena pandemia yo no podía estar en los rodajes con las mascarillas.
Como no podía estar en los rodajes, con la situación de las mascarillas y la incomunicación, y el estrés que generaba para una persona sorda, pues hice una pausa. Y en esos años de pandemia fui a Televisión Española, un refugio de alguna manera, para trabajar como periodista. Pero no es realmente el camino que yo… he sido un extra. Pero volví otra vez a la ficción, y sigo intentando trabajar en ficción, películas o series de ficción.
¿Preferiste trabajar en Netflix y Warner Bros?
Lo que más me gusta y lo que más feliz me hace es un rodaje, pero todas las productoras siempre me gustan más, unas más que otras. Pero Televisión Española es una cosa puntual, que bueno, en su momento era bueno por la pandemia, era una cosa de estabilidad y de tranquilidad, por decirlo de alguna manera. Pero no es para volver, porque es un trabajo que no es lo mío. Bueno, me ha servido para complementar.
¿Hay alguna persona en particular con la que te haya gustado más trabajar?
Me ha gustado mucho trabajar con la directora Eva Libertad, en la película de Sorda, que estuve en el equipo de dirección, ayudando a Eva Libertad y a todos los actores sordos. Me he sentido muy a gusto trabajando con ellos. Es donde he visto mi utilidad como una especie de medio, de puente, entre el mundo oyente y el mundo sordo. Ahí me he visto realmente útil y valioso para ambos mundos.
¿Qué técnicas empleas para integrar a sordos oyentes en el mismo rodaje?
Pues mira, en la película de Sorda, Eva Libertad utilizó un dossier para explicar a los técnicos oyentes una sensibilización de lo que es el mundo de los sordos, la cultura sorda, en qué consiste la lengua de signos, y recibieron una formación muy básica. Pero en mi caso no, yo fui de forma más directa.
Yo como director sordo, que sé oralismo, hablaba con los oyentes en oral, pero en el rodaje les dije: "Va a haber actores sordos y sordas ciegas reales, aunque van a estar conmigo al lado, y yo voy a ser el elemento clave para comunicarme con ellos". Pero les enseñé un poquito de lengua de signos básica en el rodaje para que lo pudieran utilizar. Sobre todo a mi ayudante de dirección y la productora.
Tampoco quería enseñar mucho, porque lo que me interesa es, según la situación, que surjan otras maneras de comunicarse, que no sea sólo con lengua de signos. Para fomentar y forzar un poco... En la calle te encuentras con una persona sorda y no sabes lengua de signos, entonces, ¿Cómo haces tú para comunicarte con esa persona? Eso lo traslado a una situación laboral, de un rodaje.
Tienes estudios en magia, en ilusionismo. Has compartido en entrevistas que es más difícil hacer tus trucos en el cine al ser una persona sorda. ¿Podrías contarnos un poco sobre esto?
Al aplicar y usar la formación era la misma de cualquier compañero oyente. Pero cuando la aplicas a sordos, tienes que modificar un poco la estrategia de comunicación. Aplico lengua de signos. No es lo mismo si tienes las manos ocupadas, con una baraja de cartas. Luego tienes que signar también, a la vez, para que te entiendan la historia que cuentes. Es un poco parecido.
No he dejado de ser mago de espectáculos de magia, porque he vivido otro tipo de gran magia que existe. Sigo siendo mago, pero como director de cine ahora. Soy como Willy Allen o Sean White, que también eran magos antes de ser cineastas. Utilizo el mecanismo de una película, como si fuera un tipo de magia. Incluso en su narrativa, en su presentación, en su estructura narrativa, también es un poco el mismo efecto que un tipo de magia. Para mí una película es un gran tipo de magia.
¿Qué dificultades encontraste al formarte como cineasta?
Bueno, yo no sé si por fortuna o por desgracia, pero yo no tenía referentes en el mundo audiovisual. Como me formé en audiovisuales sabiendo que era un reto bastante grande como personas sorda, intenté formarme lo mejor posible en el ámbito universitario y luego me especialicé a través de másteres y cursos. Pero lo que siempre echo en falta es una accesibilidad en la educación.
Si no tenemos una accesibilidad en la educación, o una formación, no podremos luego tener una accesibilidad laboral. Yo porque he tenido mis recursos y mis herramientas, pero siempre que me encuentro con sordos que quieren ser actores, o que quieran ser técnicos. Yo como técnico sordo que soy de los pioneros que hay en la industria, siempre echo en falta… yo porque he tenido recursos. Pero la desgracia de que, como no hay referentes...
¿Dirías que a otras personas sordas les puede costar más acceder a estos puestos?
Les puede costar más acceder a estos puestos. No tengo referentes para demostrar a las productoras. Porque yo como técnico sordo puedo ejercer la misma precisión que cualquier técnico. Es complicado cuando no hay referentes y eres el único de momento. Ojalá facilite yo el camino para otros que vengan por detrás.
Además de los subtítulos y la interpretación, ¿Qué sería lo que intentarías priorizar para hacer las salas de cine más accesibles?
En las salas de cine, pedir mínimamente dos medidas. El bucle magnético, que se instale en todas las salas de cine. Y luego, la copia de la proyección, pero con un subtitulado adecuado para la persona sorda. No un estándar, como ven en la escritura, y no sabes quién está hablando. Lo que vemos en Sorda, esto es un ejemplo de un propósito, porque ha salido Sorda y ya no hay más. Pero esto debería ser todas las sesiones de cine, todas las conferencias de cine que hay.
¿Qué te gustaría aportar al futuro del audiovisual?
Como cineasta sordo, todas mis obras siempre están proyectadas en festivales. Y esa es mi misión, ese es mi cometido: demostrar cómo el cine en lengua de signos no es solo una cosa de discapacidad. No es solo de sordos, no es solo cine social.
Pero también demostrar, porque yo tengo la mala suerte, por decirlo de alguna manera, de que como soy el único que hay, pues me he convertido en un referente para los que están y para los que vienen. Para los que están, intento romper los prejuicios y demostrar que somos capaces de hacer cine igual que cualquier otra persona.
