CiBRA: “Palabras mayores”
Violeta Armengod y Lucía Sánchez
El pasado 8 de noviembre tuvo lugar un conversatorio presentado por Luis Alegre donde Victoria Abril, Clara Lago, Alberto Ammann y Christina Rosenvinge asistieron para deleitar a los oyentes con sus historias de vida, curiosidades de su carrera y agradecimientos al premio que le sería dado aquella tarde, en la gala de clausura del festival CiBRA.
Se trató de un premio honorífico, el cual estos protagonistas del mundo del cine y la música agradecieron recibir tras tratarse de un premio positivo. Es un reconocimiento a sus trayectorias, en el que no tienen que competir con nadie para ganarlo, un agradecimiento desde la humildad. Reconoce el esfuerzo y dedicación de un trabajo con tantos altibajos como es la interpretación o la música, donde la unión de sus respectivos trabajos cobran un sentido, además de servir como inspiración y ejemplo: es posible lograrlo.
Victoria Abril rompe el hielo de la conversación, contando los estereotipos que se generaron al empezar en el mundo del cine en los años 70. De aquí surge su nombre artístico; con el propósito de alejar su imagen personal al cine, decide cambiar su apellido. Aunque parezca singular, el apellido Abril surgió de manera espontánea ya que miró su agenda y se encontraba en el mes de abril. Victoria Abril recuerda que era importante tener un "nombre artístico" al ser mujer y actriz en esos años. Ese trabajo equivalía, según sus propias palabras, a ser "una puta".
Entre los ejemplos a seguir de Victoria, cuenta como Oliver Twist le salvó la vida. Ella se sentía reflejada en su historia porque residía en un internado. Cuenta cómo desde ese momento el cine fue una nueva forma de respirar, de esperanza, dándole una vida de lujo y privilegio que nunca habría soñado con tener: "el cine me ha salvado toda la vida".
Actualmente transició a la música y al teatro, quiere trabajar para la gente, "el público es el mejor amante que he tenido, a mi la gente me cura"
Para Clara Lago, sus inicios en el cine vienen desde muy pequeña, con papeles como Compañeros o El viaje de Carol. Su figura referente ha sido siempre Penélope Cruz, desde que la vio en La niña de tus ojos. Anecdótica fue la experiencia cuando la conoció, pues en los primeros Goya a los que asistía se la presentaron. Cuando por fin la vio, apareció de repente su hermana Mónica Cruz, -a quien no conocía- y se quedó totalmente en shock, ya que eran iguales. Absolutamente nerviosa Clara, con la idea de establecer una conversación interesante como tantas veces había imaginado, le preguntó ¿Ves muchos famosos por Hollywood?, esto causó risas entre los asistentes del conservatorio y una gran historia para recordar sus primeros pasos por la alfombra roja.
En otra ocasión tuvo la oportunidad de postular al papel de su hija en la película Volver de Pedro Almodóvar. Clara Lago no lo pensó dos veces. A su pesar no consiguió el papel, contamos con otra anécdota, puesto que la propia Penélope la llamó, para agradecer su interés en el papel y para conversar con ella. Clara Lago, tras una pasada experiencia en la cual su tío bromeaba fingiendo que le habían dado el papel, no creyó que la llamada fuera real y proyectó su rabia insultando por teléfono.
No tan clara tuvo su vocación Alberto Ammann. Cuenta como en el colegio sus asignaturas favoritas eran música y teatro, pero a pesar de ello decidió seguir sus estudios en la escuela técnica donde se dedicaba a la electricidad, materia que también le gustaba. A los dos meses le echaron debido a su falta de asistencia. Decidió apuntarse a guitarra clásica y posteriormente a piano, y su profesora le motivó a seguir con ello porque tenía gran talento. Finalmente, un amigo suyo le convenció para realizar un taller de iniciación sobre actuación, y es ahí donde se enamoró de este mundo dejándolo todo atrás.
La artista Cristina Rosenvinge cuenta cómo su pasión por cantar, vino de la mano de los músicos amigos de su hermana. Uno de ellos le propuso cantar en su banda Los Neumáticos, y es allí donde descubrió que ella quería escribir canciones.
Expresó la relación tan especial que tiene con Toledo, ya que actualmente su hijo se encuentra allí estudiando arquitectura, en la UCLM. En cuanto a él, relató el día en el que durante una fiesta en Nueva York, se encontraba dando el pecho a Willem, su primer hijo, y la sorprendió el famoso David Bowie, referente e ídolo absoluto de Cristina, quien cogió en brazos a su hijo, ya que él en ese momento estaba intentando ser padre y quería atraer ese aura.
La charla finalizó dejando paso a la tarde, en la que tuvo lugar la gala de premios para cerrar este festival de cine y literatura, donde estos artistas recibieron su reconocimiento.
https://cibra.es/programacion/
Las siguientes fotografías fueron tomadas por Lucía Sánchez:
