Byung- Chul Han, Premio Princesa de Asturias: "Nos hemos convertido en instrumentos de los smartphones"

Mateo Vázquez Buján
El filósofo surcoreano recibió el viernes 24 de octubre el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025, y en su discurso alertó de los peligros de la nueva era digital y neoliberal.
Ni agradar, ni contentar, ni estabilizar. La función del filósofo es agitar, irritar, recriminar, despertar. O al menos eso pensaba Sócrates, y por perseguir ese ideal fue condenado a muerte. Unos 2400 años después, Byung-Chul Han (Seúl, 1959) mantiene la misma postura. Y precisamente con el ejemplo del ateniense comenzó su discurso el surcoreano tras recoger el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025.
En el Teatro Campoamor de Oviedo, recibidos por el Rey Felipe VI y la Princesa Leonor, fueron galardonados en diferentes categorías Eduardo Mendoza, Serena Williams, Mario Draghi o Douglas Massey, entre otros. Todos ellos recogieron el galardón y pronunciaron su discurso, cada cual empapado de distintas historias de superación y dedicación. Pero si hay unas palabras que no dejaron indiferentes a nadie, esas fueron las de Byung-Chul Han. Célebre por ensayos como La sociedad del cansancio, Han critica el neoliberalismo de la sociedad actual por no valorar la individualidad y abandonar la reflexión, el retiro y la meditación. También afirma que la nuestra es la sociedad de los trastornos neuronales, causados por la sobreestimulación y presión a la que estamos sometidos.
Ese es su mensaje, esa es su obra. Demoledoramente crítica y brutalmente necesaria. De ello trató también su discurso tras recibir el premio, y en pocos minutos sintetizó su gran mensaje. También habló de los riesgos de la digitalización y la dependencia de las nuevas generaciones a los smartphones. "Muchas veces sucede que el ser humano acabó convertido en esclavo de su propia creación", sentenció el surcoreano en el Teatro Campoamor.
Quizá sea necesaria más gente como Byung-Chul Han. Acostumbrados a obtener lo que deseamos con un solo click, nuestra propia manera de desear ha cambiado. Volvamos al deseo como ambición, y no como expresión consumista del vacío de las sociedades neoliberales, cuya aparente libertad no es más que sometimiento a smartphones, redes sociales, empresas y demás. Para este cambio es necesario el pensamiento crítico. Por ello unas bofetadas intelectuales de vez en cuando no están nada mal. Y en ello Byung-Chul Han es toda una autoridad.
